
En la escuela secundaria y media de Nikiski, los estudiantes están adquiriendo conocimientos en carpintería, construcción, diseño por computadora, soldadura y más. Aprenden a desarrollar proyectos utilizando diseño y fabricación asistidos por computadora, y trabajan con herramientas de grado profesional como sierras, sopletes de soldadura, cortadoras láser e impresoras de vinilo.
Reid Kornstad y Eli Porter imparten una variedad de cursos de educación técnica y profesional en la escuela. A lo largo de tres talleres, enseñan a los estudiantes a operar maquinaria y equipos, desarrollar sus propios proyectos y adquirir habilidades que podrán utilizar en su vida adulta.
Los alumnos suelen aprender varias disciplinas, explicó Porter. Señaló a un grupo de estudiantes de nivel medio que el martes trabajaban en un taller de carpintería, cada uno construyendo una caja de madera con una tapa deslizante. Además, tendrán la oportunidad de pasar un tiempo en el laboratorio de diseño asistido por computadora para grabar con láser sus propios diseños en la tapa.
La escuela de Nikiski tiene una ventaja al ser tanto secundaria como media, según Kornstad. Los alumnos más jóvenes tienen acceso a cursos de diseño por computadora, carpintería y soldadura desde edades tempranas. “Los involucramos desde el principio”, aseguró.
Cuando un estudiante ingresa, trabaja en diversos proyectos, pero “el objetivo no es necesariamente el proyecto en sí, sino lo que enseña sobre la máquina y sus capacidades”, explicó Kornstad. Algunos alumnos descubren rápidamente que el taller despierta su interés y les permite expresarse creativamente.
En esos casos, Kornstad simplemente les pregunta: “¿Qué querés hacer?”.
En la educación técnica y profesional, los estudiantes no solo adquieren habilidades, sino que también desarrollan creatividad, trabajan en equipo y toman decisiones. Kornstad destacó el apoyo del distrito escolar y de la coordinadora de carrera y educación universitaria, Annaleah Karron, para impulsar estos programas en Nikiski y más allá.
De los talleres de Nikiski surgen productos artesanales, artísticos y prácticos. Entre otras cosas, los alumnos han fabricado placas para premiaciones deportivas y extracurriculares, así como botellas de agua grabadas para el personal escolar. Uno de los proyectos anuales más importantes es la construcción de un cobertizo, que luego se vende a la comunidad. Las ganancias de esta iniciativa autosustentable se reinvierten en la compra de materiales.
Este año, dos proyectos destacaron por su originalidad y complejidad: un enorme fogón de acero y un kart funcional construido a partir de un carrito de compras reciclado. Estos proyectos fueron presentados por Kornstad, Porter y el director de la escuela, Mike Crain, en una reunión del Consejo de Educación del Distrito Escolar del Borough de la Península de Kenai a principios de mes.
En ese encuentro y nuevamente el martes en una entrevista con el diario Clarion, los alumnos de último año Noah Douglas y Gavin Ley hablaron sobre sus proyectos y la importancia que la educación técnica ha tenido en su formación.
“Tengo una mentalidad industrial”, afirmó Douglas. “Quiero trabajar en los oficios dentro de la comunidad, así que cualquier habilidad que pueda adquirir antes de graduarme me ayudará en el futuro”.
Douglas ha aprendido soldadura, diseño, corte láser, mecánica y más. Junto a Ley, lideró el proyecto del fogón y actualmente está practicando soldadura para la competencia SkillsUSA, además de completar encargos para profesores, amigos y otros miembros de la comunidad. Para él, cada proyecto representa una oportunidad para perfeccionar su técnica.
En la escuela media de Nikiski, los estudiantes deben probar varias materias optativas. Douglas recordó haber estado en el coro y en arte, pero fue en el taller donde realmente encontró su vocación. De manera similar, Ley descubrió el diseño por computadora y repitió el curso varias veces hasta dominar todas las máquinas.
Durante su penúltimo año, Douglas decidió que quería dejar un legado en Nikiski. Se le ocurrió mejorar la celebración de bienvenida de la escuela y propuso trasladar la fogata al frente del edificio, dejando una marca que perdurara en la institución.